La frustración es esa compañera no invitada que aparece en los momentos menos oportunos.
Todos enfrentamos momentos en los que sentimos que estamos dando más de lo que recibimos o en los nuestros esfuerzos parecen no llevarnos a ninguna parte
Todos hemos pasado por ahí, yo he pasado por ahí. En estos momentos, aunque son muchas veces difíciles emocionalmente, son una parte natural del viaje hacia nuestras metras y hacia lograr nuestros sueños.
Por eso, hoy te quiero platicar sobre como podemos transformar esta frustración que sentimos muchas veces cuando estamos trabajando en eso que queremos, en una poderosa herramienta para nosotros, poder entrenarnos y desarrollar la habilidad de resiliencia.
¿Qué aprenderás en este blog?
¿Qué es y porque sentimos frustración?
La frustración según la RAE es el sentimiento de insatisfacción o fracaso, decepción, desilusión, desengaño, desencanto, chasco o fiasco.
Para mi, la frustración es mucho más profunda y citando a mi autora y psiquiatra favorita Marian Rojas:
“La frustración es el enojo que da por no haber logrado algo como se tenia en mente”
Esta definición se me hizo más completa y más acertada a lo que realmente nos pasa cuando sentimos frustración en nuestras vidas.
Entiende la raíz de tu frustración
Ahora que ya sabemos como se siente y por qué sentimos frustración, creo que es importante que identifiques de raíz porque lo estás sintiendo, como tema de autoconocimiento y sobre todo para convertir esos sentimientos que vemos como negativos, en algo positivo que te impulsen y motiven.
Haz una pausa para reflexionar y pregúntate:
¿Por qué me siento frustrada? ¿En que momentos de mi día me siento así?
Identificar la fuente de tu frustración es clave para poder gestionarla, tal vez es el miedo al fracaso, la impaciencia o la falta de control, es lo que la ocasionen.
Al conocer la causa, podrás encontrar soluciones más efectivas y evitar caer en un ciclo de negatividad y estrés que te haga sentir que lo que estás haciendo no lleva a nada.
Te recomiendo que uses tu diario personal (si lo tienes) o apuntes en una libreta la respuesta, sin miedo a extenderte y procurando ser 100% honesta contigo.
Cambia tu perspectiva: de obstáculo a oportunidad
La frustración es como un entrenamiento de resiliencia, no se puede llegar a tener determinación de cumplir tus metas si nunca has pasado por frustración.
Las personas que admiras y que te inspiran han pasado por diferentes momento en donde han entrenado esto y se ha vuelto una habilidad y una fortaleza en sus vidas, la resiliencia.
Y no se puede desarrollar esta habilidad de levantarse aún cuando has fallado muchísimo sin ese entrenamiento previo.
Y creo que esa es una habilidad maravillosa en la vida y de verdad una fortaleza muy grande, esa habilidad de ver las cosas cuando no están funcionando, cuando no te salen como quieres, aprendes a sentirlo y levantarte de eso con rapidez y con actitud y con ganas.
En lugar de pensar en la frustración como una emoción que llega cuando las cosas no suceden o no se dan como estaban planeadas o te hubiera gustado, es una gran oportunidad para verla como un momento de entrenamiento, para aumentar tu resiliencia, para aprender y para desarrollar la habilidad de resolver problemas como ninja.
Piénsalo como si tu fueras un atleta de alto rendimiento de las Olimpiadas, quieres lograr ciertos sueños que a lo mejor es llegar a las Olimpiadas y ganarte la de oro y para eso vas tener que practicar en la barra muchísimo (suponiendo que ese es el deporte que practicas) y va haber momentos en donde te vas a caer de la barra, te vas a doblar el tobillo, vas a caer mal, te vas a pegar, no lo vas a lograr, o sea va haber un montón de momentos difíciles y complicados y que te van causar muchísima frustración.
¿Y que vas a decir?
Yo me estoy levantando todos los días a las 5:00 de la mañana, estoy dedicando full mi tiempo, estoy haciendo esto, aquello y aún así no se da o me está tomando más tiempo y trabajo que al de al lado.
Para empezar, una de las primeras recomendaciones que siguen todos los atletas es, enfócate en TI, eres tú contra ti misma.
Quitarle ese sentimiento de estrés y pesadez a algo y transformarlo en algo positivo y de aprendizaje, cambia todo.
Tienes 2 opciones: rendirte ante el sentimiento o cambiar tu actitud e intentar algo nuevo.
Calma muchísimo la mente y entrena mucho la resiliencia porque generalmente aqui es donde te das cuenta que esos resultados que estás obteniendo son por una razón y que te toca intentar algo nuevo, pensar en nuevas estrategias.
Entonces percibe esto como un juego, en el que tu meta es ganarte la medalla de oro: si ya te caíste de la barra, si ya te pegaste, pues ahora tienes que sobreponerte y hacer esto y aprender aquello y seguir levantándote y subiéndote otra vez a la barrar para aprender nuevas cosas, para aprender más.
Y para los planifesters con el síndrome del perfeccionismo, este es un llamado para ustedes porque la frustración es una gran maestra para trabajarlo, ese sentimiento de que todo tiene que ser perfecto, es parte de la madurez emocional.
¿Qué hacer cuando algo no salió como lo esperabas?
Ok quiero responderte esta pregunta con 3 pasos que he diseñado que te ayudarán en este proceso:
Paso #1 Reflexiona sobre como te sientes
Reflexiona sobre esto, es una pregunta para que te la lleves y pienses en esto cuando estés escribiendo en tu diario:
¿Cómo reaccionas cuando algo no sale como esperabas?
¿Cómo reaccionas cuando has intentado por mucho tiempo algo y aún asi no te sale?
Muchas veces no sabemos como nos sentimos y continuamos con nuestra vida haciendo cosas, tomando decisiones pero desconectadas de nuestra cabeza.
Recuerda que los resultados que obtienes están directamente relacionados con la emoción que te domine.
Entonces para por 1 segundo y reconoce la emoción que te invade:
“Estoy bastante enojada “Me siento bastante frustrada” “Me siento bastante decepcionada”
Una vez que tengas identificado como te sientes, vámonos al segundo paso.
Paso #2 Momento de relajarte
La relajación para calmar a tu sistema nervioso, a mi me funciona muchísimo hacer respiraciones profundas.
Las respiraciones profundas está comprobado que ayudan a nivelar y calmar el sistema nervioso, básicamente lo que hace es bajar el ritmo de tu corazón para sentirte más relajada y calmada.
Cuando tu sistema nervioso está alterado, lo que pasas es que todos tus órganos y todo dentro de tu cuerpo esta en alerta, en estrés, como si prendiera las alarmas de tu interior y todo estuviera en caos, entonces, lo que haces con estas respiraciones profundas es nivelarlo, es calmarlo, yo lo que hago es poner mi mano en el corazón, cierro los ojos y hago respiraciones profundas.
Y te preguntarás: ¿Qué tiene que ver el sistema nervioso con todo esto?
Cuando estás en un estado de caos, donde se incendia todo, las opciones que se te presentan las ves catastróficas y por esta histeria o esta urgencia que estas sintiendo, vas a tomar una decisiones que, en lugar de que te ayuden a mejorar tu situación, estás haciendo que se siga incrementando la bolita de nieve de frustración.
Este estado de relajación es crucial para que tú puedas pensar con claridad y puedas tomar una decisión con la que te sientas cómoda. No quiero decir que la decisión que tomes vaya a ser la mejor, eso no lo sabemos, pero sí será una decisión que va a ser consciente y que te va a hacer sentir cómoda y eso es lo importante.
Básicamente esto que te comento es a lo que le llaman “Pensar con cabeza fría” donde tomas decisiones más coherentes, un poco más acertadas.
Paso #3 Analiza la situación y ponte en acción
En este puto quiero decirte: la aceptación es expansión
Cuando analizas ¿Qué fue lo que pasó?¿Qué que me pasó para que yo llegara a este punto?¿Qué puedo hacer en este proceso?
Empiezas a ver tus opciones, abres esa puerta de infinitas posibilidades que te llevan a expandirte y a decir: Ok no es tan grave como lo estoy sintiendo.
Y entonces te permites encontrar soluciones que no habías visto y seguir adelante, intentando nuevamente a lograr eso que tanto quieres,
La idea aqui es que seas consciente del panorama completo, que lo reflexiones con cabeza fría y una vez que sepas donde estás y el porqué, arranques con una solución y vuelvas al ruedo.
Paso #4 Cuida tu diálogo interno
Tu puedes ser tu mayor porrita o la persona que te lleve a un callejón sin salida, negro y oscuro o te puede llevar a ser tu mejor porrista y saber que puedes salir de esto, que tienes todo lo que se necesita ¡Sigue adelante!
Ya se los había mencionado en otro blog pero te lo recuerdo aquí, Mi psicóloga me dejó un ejercicio muy bonito y es: háblate como si fueras tu mejor amiga.
Pregúntate: ¿Qué te diría, cómo te haría sentir tu mejor amiga ante esta situación?
Empodérate tanto como lo haría tu BFF, cuidar tu diálogo interno es la clave para salir victoriosa.
Paso #5 Decide tus próximas acciones
Una vez que ya reflexionaste sobre lo que pasó, lo que vimos en el punto 3, debes empezar a decidir que vas a hacer, aquí hay que ser realista y flexible.
La flexibilidad te va a dar este paso emocional que muchas veces se necesita cuando estás viviendo en frustración.
Crea un plan claro con pequeños pasos que te acerquen a tu meta. Esto te dará un sentido de control y propósito, reduciendo la posibilidad de que la frustración te vuelva a detener.
Espero que este blog haya logrado que tengas herramientas que te ayuden a ver la frustración como un impulso y no como algo paralizante o de retoceso.
Como siempre te dejo el episodio del podcast donde hablo sobre este tema, de forma más digerible, motivador y con chismesito, te lo dejo abajo.